Comentarios al margen de un texo de internet

Propósito:

En la tierra donde pasé la Infancia y Juventud, sólo contaba para el Estado como Artista, aquel que fuera iniciado por otros Artistas en una Asociación de Artistas, según el Género la Rama. El Partido controlaba con todos los ojos de Argos que nadie simplemente se enredara. Los Extraviados, es decir aquellos que pretendían ser Artistas por Idea propia, eran mantenidos por afuera, pues de lo contrario estropearían la Pureza de la Unión. Pero se les asignaban lugares de trabajo por fuera del arte, en las minas o la industria del acero, y si los abandonaban se les asignaban establecimientos custodiados. Así todos se las arreglaban en esta tierra. Libertad, bueno, la Libertad era algo que ya se habia superado (burgés), es decir se desarrollaba sólo en la Sumisión. Con miras a la Necesidad, se llamaba eso. Y el Arte estaba al servicio de esa Visión. Pero esta tierra es historia.

Nosotros-somos-los-autores

El Texto sobre el que esto se refiere, se pronuncia con respecto a una Cosa que desde hace Semanas calienta los Ánimos. Se sube la Marea porque el Partido Pirata anuncia que quiere levantar los derechos de autor. Ahora todos los que se consideran autores aprietan los muslos, como antes los hombres frente al movimiento feminista en formación. Pues los hombres sintieron miedo, sería castrados, porque las mujeres reclamaban derechos que tenían desde hace mucho.

Compartir significa perder. Tuve que pensar en eso cuando recientemente Sven Regener (cantante del banda Element of Crime) se puso agresivo, y se distanció de los Músicos callejeros, quienes evidentemente no están protegidos por los Derechos de Autor, los que lo ayudan a mantener un humilde Bienestar. ¿También cómo? Los Músicos callejeros no son autores y casi no tienen derechos, porque se dedican a la tradición. Contrario a Regener quien debe ser reconocido como inventor del pop, su ritmo y su armonía, y como creador de la melancolía.

Como tal, firma con una gran Casa Discográfica un Contrato, que al final lo que tiene como Meta es que nadie usurpe las Invenciones de Regeners sin preguntar. Los jóvenes, quienes ya de modo conocido se arman un Acceso a la Música de actualidad sin pagar por ella, no deberían de ningún modo tenerla tan fácil.

Algunos de éstos jóvenes incluso tocan Guitarra.

El Texto sobre el que esto se refiere, comienza a continuación con Arrogancia:

Nosotros somos los autores!

Signos de Proclamación. También la Página de Internet se llama: www.wir-sind-die-urheber.de.

Uno no afirma ser el Autor de los Textos publicados en esta Página, sino que uno hace uso de sus Derechos de Autoría así sin más, uno afirma ser el Motor inmóvil, y a partir de allí se deriva el Derecho de cobrar también por todos los otros Movimientos, también los de los otros. Y como uno mismo no puede controlar todos los Movimientos, le entrega de nuevo este derecho a una Industria que supuestamente abriga todo lo autoriado y lo lleva al Mercado.

Quien piensa distinto al autonombrado Autor, no sería dentro de ésta Lógica un Autor, su Obra no es una Obra y sus Pensamientos se salen de cualquier Marco de Protección. Bueno, hay Leyes y allí se establece quién cuenta como Autor y quién no. Pero estas Leyes provienen de un Época en la que el Internet no se podía ni imaginar y las Copias se realizaban en su mayoría análogamente. Además provienen de una Idea romántica del Autor genio solitario, que crea todo desde sus Entrañas. Palabras como Socialización y Discurso le son desconocidas. Apropósito notaba ya Novalis que todo Arte es Traducción y allí no quisiera ni yo ir.

Que aquí no se trata del derecho moral de nombrarse Autor es claro para todos. Autor no es un concepto protegido. Se trata mucho más de un proceso jurídico de apropiación. De los Derechos de Autor nace el Poder de Disposición de una Obra, traiga Frutos o no. Pero exactamente ahí está es Quid del Asunto. Pues lo único enajenable es la Funda en la que se imprime la Propiedad o lo que sea que sirva para atarla. Entonces ya el pensamiento en sí, de lo que es la Autoría, se impone a sí mismo en un segundo plano.

Contra el robo de la propiedad intelectual

!Contra el Robo! !Que si! Todos estamos en contra de eso, ¿no? No queremos que a la Señora de edad de la Esquina le arranquen el Bolso, sin importar si dentro de este tiene un manuscrito o una pintura al óleo. Ok, la propiedad privada es sagrada, pero ¿qué conforma la propiedad intelectual? ¿pensamientos? ¿palabras? ¿grupos de palabras?

Con preocupación y falta de comprensión, nosotros los autores y artistas observamos los ataques públicos contra los derechos de autor. Los derechos de autor son un logro histórico de la libertad ciudadana contra la dependencia feudal, esta garantiza la base material para la creación intelectual individual

Aquí la cosa se pone cruda. Los derechos del autor regula hasta ahora la entrega de una libertad civil a cambio de dinero. Primero que todo, esto no garantiza en absoluto na´. Sobre todo porque el hecho de haber creado una obra aún no dice na´ de su comerciabilidad. Van Gogh no vendió ni un solo cuadro en el transcurso de su vida. Gerhard Richter califica de absurdos los precios que obtiene por sus cuadros. Hay autores que arman sus novelas con base en la tradición, y ganan así millones. Hay autores que realizan maravillas con el lenguaje para que la fuente de la tradición no se agote, y no ganan na´, pues su trabajo no dio con las medidas de un público receptivo. Darle largas a estos experimentadores a un futuro incierto, me parece cínico. Ellos también quieren vivir, ellos también tienen necesidades.

El supuesto choque de intereses en este contexto entre autores y “usuarios”, transmite una imagen desacertada de nuestra realidad laboral. En una sociedad en la que domina la división del trabajo, los artistas dejan la comercialización de sus obras en manos de las editoriales, galerías, productores o sociedades de consumo, si estos representan y defienden sus intereses lo mejor posible.

Si estos llegan a representar sus intereses. Las editoriales no son representantes de los intereses de los autores, estos toman en cuenta los intereses de los autores solo si estos corresponden a los intereses de las editoriales. En los contratos estándar aparece que los ingresos de los usos secundarios (derechos sobre películas, etc.) deberán ser divididos en igual parte entre el autor y la editorial. ¿Por qué? ¿Qué ha hecho la editorial para merecer ser partícipe?, y ¿por qué de la mitad?. Los contratos estándar en Alemania generan un conflicto entre autores y usuarios, y no con la libertad civil, la cual es sin duda conductora de este conflicto. Los derechos de autor son entonces la expresión del equilibrio de los intereses y los contratos estándar, un logro sindical.

Las nuevas realidades de la digitalización y de la Internet no son razones para justificar la usurpación profana de la propiedad intelectual, o para promover su legalización. Por el contrario: la protección a los derechos de autor debería ser fortalecida para adaptarla a la actual realidad, en la cual el acceso a los productos del trabajo intelectual son tan veloces y masivos.

El punto es adaptar la ley a la nueva realidad y no criminalizar a las personas, en su mayoría a los jóvenes, que hacen uso de las nuevas tecnologías. Sobre todo porque estos siempre por suerte encontrarán caminos para evadir la ley y la protección contra copia.

Los derechos de autor permiten que nosotros los artistas y escritores podamos vivir de nuestro trabajo, y nos protege de consorcios en internet activos globalmente, cuyo modelo de negocios admite la privación de derechos a artistas y escritores. La presencia constante y el uso de Internet en la vida diaria no puede ser justificación para un robo y tampoco es una disculpa ante la codicia o la avaricia.

Mejor dejo la codicia y la avaricia por fuera, pues no me parecen conceptos aplicables esta discusión. En mi círculo de conocidos hay muchísimos artistas que no logran vivir de su trabajo. Circunstancia desafortunada que comparten con peluqueras y otros con empleos precarios. Una solución a esto sería establecer un ingreso mínimo que asegure el sustento*. Esto le daría una vida a los inventores que hacen malabares para ganarse el sustento. Después, ya con este trasfondo, se puede empezar a discutir de nuevo el tema de los derechos de autor.

Traducción: Adriana Redondo, In-Kult

2 comentarios sobre 'Comentarios al margen de un texo de internet'

  1. martin jankowski dice:

    Zwei Bemerkungen zur Ergänzung: a) Der Text des Aufrufes “Wir sind die Urheber” stammt nicht etwa aus der Tastatur eines Künstlers, sondern wurde vom berliner Literaturagenten Matthias Landwehr geschrieben und in Umlauf gebracht, einem der erfolgreichsten Literaturvermarkter in der deutschen Literaturindustrie, der in den letzten zwanzig Jahren mit seinem Verhandlungsgeschicks bei den Verlagen dank einträglicher Manuskriptvermarktung etlichen vorher sehr prekär lebendenden Autoren zu einigem Wohlstandverholfen hat. Er versteht sich von Berufs wegen als Vertreter der Autoreninteressen und sein Job ist es, das bestmögliche für sie herauszuholen. das könnte auch Motiv für den Aufruf sein, der leider eine künstliche (unnötige?) Konfrontation zwischen Künstlern und Publikum schafft. b) Die Erstunterzeichner sind keineswegs arme Poeten sondern ausgerechnet einige der finanziell erfolgreichsten Autoren deutscher Zunge… Die vom derzeitigen Internetklau am stärksten betroffenen Künstler (Fotografen, Grafiker, Musiker, Filmer, Blogger etc.) hingegen verhalten sich erstaunlich still in dieser Debatte.

  2. Hi Martin, ich hab mich grad geäußert. Und danke für den Hinweis, dass dieser Brief aus einer Literaturagentur kam. Ist doch auch bezeichnend. Petra Eggers, die ehemalige Agenturpartnerin von Landwehr, sagte vor FU-Studierenden, dass die Agenturen durchaus auch über E-Rechte verhandeln und dazu Position beziehen müssten, sie sprach vom “zähen Verhandeln”, siehe hier: http://www.blogmacherei.de/technik/frau-eggers-kennt-die-trends/