Sin adiós, pero con hasta luego…

“La cultura para la liberación se constituye no solo mediante la organización de datos culturales preexistentes, sino también mediante la creación de un tejido de ideas y valores. Es preciso desarrollar  un concepto de cultura nacional sin que este se torne limitativo y objetivamente conservador, eliminado la tentación de crear barricadas, de identificar en la tradición el único sistema de valores revolucionarios, al igual que la reacción opuesta: el agnosticismos .”

Jorge Luis Acanda

Alguien dijo alguna vez que las mejores ideas nacían en la cocina. Hace unos meses comenzó un proyecto que ha mantenido en un vilo a mucha gente, entre ellas a mi. Por vez primera en mucho tiempo me vi en la necesidad de escribir siempre haciendo referencia a mi vida. De este modo también me sorprendí mirándome  a través de los ojos de los demás. Me vi, y también mis otros tu, desde distintas perspectivas. Mi yo dejó de ser egoísta y comenzó a andar mirando de la mano de textos escritos desde todo el continente Latinoamericano o Gran Colombia, como pretendía llamar Francisco de Miranda a esa porción de tierra frente al continente africano. Otra vez se pararon Europa y Latinoamérica frente a frente, pero esta vez para conversar diáfanamente sobre la relación de ambas, sobre sus improntas y compromisos. Esto no fue ni es nada casual. El dialogo no está motivado por intereses económicos y fue puesto en marcha por dos ciudadanas del mundo, una que nació en Tarija y la otra en Bremen, dos lugares tan distantes como tan próximos cuando de acercarse se trata. El lugar común para ello se encontró en la literatura; el punto de apoyo en Berlín, con la mirada fija en la utopía.

Desde una perspectiva individualista se abordaba la vida a los dos lados del polo mundial, haciendo así posible que el individuo que mira se convirtiera en el grupo que hace y el yo presupusiera en el tu. De esta manera se construyo un mosaico que muestra el rostro de la gente que quiere mirar diferente este mundo mundializado. Las propuestas están implícitas en el hacer mismo y solo en él se encuentran como en casa.

Para saber lo que provocó este Blog no nos queda otra que  crearlo y leerlo y escribirlo y promoverlo, no solo con Latinoamérica, sino también con todos los rincones del mundo; dándole de este modo a la literatura la oportunidad de construir los puentes que los políticos en su miopía no logran.

La ironía del nombre, Superdemokraticos, ya hace alusión a esta miopía. A mi me recuerda a un Nietzsche que pretendía filosofar con el martillo, para evitar de esta suerte la pretensión edificante de la filosofía tradicional, que en su opinión había malogrado al ser humano.

Pero Nietzsche no alcanza y la superdemokracia no es mas que el pretexto para mirar allí donde mas duele, así que no queda otra que volverla a parir, esta vez desde presupuestos diferentes. Darle la palabra  a los jóvenes en un mundo que envejece, es un atrevimiento que puede ser un presupuesto necesario en un mundo que adolece de sordera.

Es por eso que no digo adiós sino hasta luego, doy las gracias por haber podido participar y espero poder seguir construyendo presupuestos.

Calle 13 Pal norte

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