Diloquesientismo

“Creyendo que las cuestiones de la sexualidad son asuntos privados, dejamos de percibir su dimensión social y política.” G. Louro

Veo en la televisión a un niño llamado Bastian devorando un libro con el semblante turbado de aventurero extraviado en el desierto con sólo unas cuantas páginas en su cantimplora, el joven héroe cubre su espalda con una manta porque el mundo de Fantasía está desapareciendo en el ático, la Nada lo devasta y… corte comercial.

Reconozco mi cuerpo, me lavo los dientes voluntariamente, duermo sola sin miedo, imito a los cantantes de la radio cuando no hay nadie, atravieso una fase mitómana y cleptómana, desarrollo mi noción personal del bien y del mal. Instantes cruciales para la construcción de la primera intimidad: la propia. Toda persona debe contar con este ambiente y decorarlo a su gusto, recién entonces podrá recibir invitados y más adelante formar un hogar compartido, saludable y pleno. Paradójicamente, una vez superado el solipsismo infantil, el ser humano pasional suele llegar, durante la adolescencia a la etapa “Sólo existes tú”.

La intimidad es uno de mis asuntos favoritos para tratar por ejemplo, en una sobremesa con alguien a quien acabo de conocer. “Dígame algún secreto, dime algo que yo no sé y derribemos sin más preámbulos este campo de fuerza que nos ha sembrado la sociedad. Algo que nunca has dicho a nadie, háblame de tu primera vez o de la última, de tus sueños recurrentes. Confiésame si te sientes solo y miserable, no escaparé. Anuncia que eres un hombre feliz y no usas camisa, eso sí he de comunicarlo.”

“Diloquesentismo” , un movimiento polémico que me ha traído alegría y comunión, así como incomprensión y situaciones incómodas (graciosas), al punto de lamentarme cierto día abochornada: “Si me dieran un dólar cada vez que digo todo lo que siento quizás me sentiría mejor en este momento.” Al respecto, opina Guacira Louro: “las preguntas, las fantasías, las dudas y la experimentación del placer son remitidas al secreto y a lo privado. A través de múltiples estrategias de disciplinamiento, aprendemos la vergüenza y la culpa, experimentamos la censura y el control.

Durante siglos las mujeres han debido “guardar la compostura”, y hasta hoy, para el sujeto puritano resulta intimidante, en lugar de íntimo, oír a una dama referirse abiertamente a su vida sexual. Esto me trae a la memoria la bellísima canción de Chabuca Granda “Cardo o ceniza” donde la poeta relata un sublime episodio de entrega apasionada, y en la estrofa final despierta junto a su amante, avergonzada por su total desinhibición de la noche anterior.

Encuentro intimidad intensa en la poesía, en escribirla y mostrarla a alguien cercano, y luego publicarla, en leerla. En deslizarnos dentro de la lógica y sensibilidad de un artista siguiendo el laberinto que diseñó en un momento mágico y solitario.

Se genera también en la complicidad, en saberse inocentes del mismo delito, solitarios entendedores de un mal chiste, únicos huéspedes de un hotel encantado. Cede el campo magnético, abrimos la puerta. Secretos sin confesionario.

El intimismo es un ismo que se convierte en “mismo”: compartir un plato de comida, la cucharita del postre, los gérmenes, la cama, arrancar el brazo que entorpece el abrazo que desaparece.

Siempre quise abrir mi secreto bancario para que usted y yo fuésemos íntimos sin temor a despojarme del glamoroso velo de misterio que me adorna como a una tapada limeña emocional, ya que el misterio tiene múltiples instancias y su propio Ministerio con sede en el Interior. Muchos aspectos entran en consideración antes de decidir convertirse en una fiesta para dos. No cualquiera toma ese tour dentro de una, menos se convierte en pasajero frecuente, cuando finalmente me remuevo de la frente el tatuaje que dice: “Ama al cisne salvaje” y asumo el traje transparente de regalo desenvuelto que resplandece ante los ojos del niño gigante.

hasta ahora 1 comentario sobre 'Diloquesientismo'

  1. La cita que antecede al texto es clave.

    Hay varios regalos en este post. Me quedo con ganas de contemplarlos a todos.

    Saludos habaneros