biblioteca – Los Superdemokraticos http://superdemokraticos.com Mon, 03 Sep 2018 09:57:01 +0000 es-ES hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.9.8 La biblioteca de Babel http://superdemokraticos.com/es/laender/bolivien/die-bibliothek-von-babel/ Wed, 13 Oct 2010 11:37:51 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=2908

La Feria del libro de Frankfurt podría ser algo muy parecido a La biblioteca de Babel de Borges, sólo que en este caso hablamos de pabellones interminables y no de hexágonos y que aquí todos los ejemplares, tangibles e intangibles, están a la venta. Buscar un libro determinado es equivalente a buscar una aguja en un pajar y la paradoja es que la muestra más grande del mundo de novedades editoriales, se lleva acabo en un idioma que entienden apenas unos cuantos millones de personas.

Bild von Paul Mollig

La Feria del libro de Frankfurt podría ser algo muy parecido a La biblioteca de Babel de Borges, sólo que en este caso hablamos de pabellones interminables y no de hexágonos y que aquí todos los ejemplares, tangibles e intangibles, están a la venta. Buscar un libro determinado es equivalente a buscar una aguja en un pajar y la paradoja es que la muestra más grande del mundo de novedades editoriales, se lleva acabo en un idioma que entienden apenas unos cuantos millones de personas. Creo que pocas veces me he sentido tan feliz de poder leer en alemán, los años de aprendizaje, de trabajo, han hecho posible que también mi curiosidad sea infinita. Como en el cuento de Jorge Luis, aquí tampoco hay problema personal o mundial cuya elocuente solución no exista. Desde novelas rancias para miembros del Opus, hasta mangas japoneses para los niños grandes que pasean por los corredores sus vistosos disfraces, personajes que en mi ignorancia he bautizado con el nombre de Pockemons, pasando por verdaderas obras de arte provenientes de los más recónditos lugares del mundo.

Para un lector normal el primer día en el laberinto es de una felicidad incalculable. La avaricia lo empuja a una carrera loca por los pasillos, a horas de horas de mirar páginas impresas, lomos, títulos, palabras, a tratar de contemplar todas las posibilidades de combinación que ofrece el alfabeto. El primer día todos están al acecho, a la espera de encontrarse con su Vindicación, con ese libro que encierre el mensaje apropiado y determine el futuro individual. Los recintos están llenos de inquisidores o buscadores oficiales armando sus catálogos, cerrando negocios, mientras mastican salchichas grasientas que valen su peso en oro.

El segundo día empiezan a cambiar las cosas, la desenfrenada esperanza del hombre común se ve substituida por la opresión, por la conciencia de que hay muchos libros fundamentales ocultos en las estanterías. Que probablemente nunca será capaz de leer los lomos y las solapas de todos los libros que parecen importantes y pasan inadvertidos. Los Pokemons invitan a partir del tercer día a abandonar la búsqueda y a sumarse a su movimiento naif, en el que las palabras son básicamente substituidas por imágenes, por dibujos y el sentido pierde toda su importancia.

Entre los que han sobrevivido cuatro días consecutivos dentro de la feria, hay voces que sostienen que la biblioteca no tiene sentido ninguno, que el disparate de la industria procede a un uso irresponsable de miles, de miles de millones de hojas impresas que han sido arrebatadas a los árboles. En el quinto día ya es sabido que nadie puede articular ninguna sílaba que no esté llena de las ternuras y de los temores de la humanidad que nos antecede, aunque las rubias clones de los consorcios intenten convencernos de lo contrario en sus comunicados de prensa.  En Frankfurt como en el resto de l mercado del libro la capacidad de innovación se ve expuesta en las combinaciones modestas de lo preexistente con el trabajo efectivo con los amigos. Nunca voy a dejar de ser una fan de las editoriales independientes.

]]>
Diario http://superdemokraticos.com/es/themen/koerper/tagebuch/ Fri, 30 Jul 2010 06:48:04 +0000 http://superdemokraticos.com/?p=554 El lenguaje es una piel: yo froto mi lenguaje contra el otro…

Roland Barthes en Fragmentos de un discurso amoroso

Ayer volví a la que había sido mi casa con la intensión de juntar algunas cosas que había dejado: libros, discos, ropa, papeles, juguetes de colección que exhibíamos en una biblioteca y que eran la envidia de todos lo de mi generación: la colección de Star Wars, Astroboy, Meteoro, la colección de los chocolatines Jack y otras joyitas…

Fui seleccionando, y separando lo que me llevaría y lo que quedaría ella.

Mis libros encerrados en cajas que fui rotulando “María” y fui apilando en un rincón de la sala. Nuestra colección de juguetes, ahora incompleta para las dos, en una cajita más pequeña que rotulé “María– Frágil”  y que ahora suena irónico, pero en ese momento no fue metáfora, fue literal.

Cuando terminé de vaciar la biblioteca más grande y la miré, observé que había quedado la marca de cada una de las cosas que había sacado. Desde que yo me había ido de la casa, era evidente que nunca, nadie, había pasado un plumero o un trapo porque las siluetas de las cosas quedaron enmarcadas por líneas perfectas de polvo. Un dibujo indicaba el vacío, lo que ya no estaba. Un cuerpo sólo percibido por su ausencia: la forma vacía de un animal, de un autito, de un robot…

Me quedé mirando y pensé si alguien notaría el vacío que dejó en mi cuerpo su ausencia. En cuánto tiempo el polvo cubriría esa imagen. ¿Cuánto tendría que esperar?

Miro mi cuerpo como si fuera un mapa, cuento las siluetas de todos lxs que lo habitaron en algún momento, busco alguna respuesta pero este mapa no explica nada.

Esta es la semántica natural de los cuerpos: las palabras son invisibles y el límite es otro cuerpo.

Esto es lo que hay. Es todo lo que hay.

Quiero escribir sobre la intimidad, sobre el atravesamiento de los cuerpos… en cómo mi cuerpo fue habitado por otro y en cómo hacer para deshabitarme, palabra tras palabra.

¡Un juicio de desalojo, eso tengo que hacer!

Arrojo insultos, sustancias proyectivas, quiero que haya un culpable, y que no sea yo.

Leo sólo libros cuyos títulos me hablen de la soledad, de la intimidad y el amor: Silencio no estar solo, Fragmentos de un discurso amoroso, Un año sin amor, La nada, frases que acaricio sombríamente. Si el título no menciona alguna de estas cuestiones, no lo leo. Me quiero intoxicar. No, me quiero purificar, quiero encontrarme a mí misma, ¡quiero ser un maldito fuckyn monje zen!

Ahora, mientras escribo este diario, estoy sentada en una habitación vacía y blanca. Las cajas cerradas todavía y apiladas en un rincón. Estoy en una casa extraña que deberá ser mi hogar.

Escribo en una servilleta un párrafo que no quiero olvidar:

“No existe espacio si no existe luz. No es posible pensar el mundo sin pensar la luz…y sin embargo dentro de cada cuerpo todo es oscuridad, zonas del Universo a las que la luz jamás tocará, y si lo hace es porque está enfermo o descompuesto. Asusta pensar que existes porque existe en ti esa muerte, esa noche para siempre.” *

*Agustín Fernández Mallo en Nocilla Dream

(escrito en Buenos Aires, 25 de julio de 2010)
]]>